jueves, 8 de noviembre de 2012

Te explicaré por qué colecho...

Te explicaré por qué en casa practicamos el colecho. (Aunque no sé por qué te doy explicaciones, yo no te las pido cuando dejas a tu bebé llorar y llorar a instancias de un mal llamado "Doctor").

En primer lugar, colecho... Porque me da la gana. Ésta, sin más, sería ya una razón de peso. Pero como no soy muy seguidora de la ley del "porque lo digo yo, y punto", trataré de darte más detalles,

Colecho porque mi hija se siente feliz junto a sus papis, día y noche.

Colecho porque, si me necesita de madrugada (ya sea por hambre, sed, dolor o lo que sea), estoy a su lado, literalmente, para cubrir esa necesidad de inmediato (¿o tú no vas a beber agua en cuanto sientes sed, aun siendo las tres de la madrugada?).

Colecho porque mi hija merece el calor de sus papis.

Sí, uno de los motivos es aún más egoísta... Colecho porque yo misma necesito sentir la presencia de mi niña día y noche, su olor, su respiración calmada, su piel suave, su abrazo.

Colecho porque no hay más bello despertar que su manita en mi cara, su sonrisa invadiendo la habitación.

Colecho porque es una forma de compensar mis horas de ausencia en la mañana, cuando la "abandono" (sí, esa es la sensación) para ir a trabajar.
Lo sé, esta razón no es muy ortodoxa y te pondrá en pie de guerra, pero es una de mis razones, no tengo por qué ocultarla.

Colecho porque mi instinto así lo pide, y hace mucho que decidí no llevarle la contraria.

Alegarás que el colecho tiene inconvenientes...

Como que voy a destrozar mi relación de pareja.
Te alegrará saber que tengo momentos muy buenos de sexo con mi marido. Sí, te sorprenderá saber que existen mil lugares y horarios para practicar sexo, más allá de la cama, en la noche.

Inconvenientes como que mi hija se va a "acostumbrar" a dormir con sus padres, me dirás. Que le estoy "quitando" independencia.
Los niños, hacia los 3 años, suelen buscar por sí mismos su intimidad, su espacio, suelen pedir dormir solos, de forma natural (es lo que tiene no frenar el curso evolutivo, no interferir).
Cuando ella lo pida, por supuesto, irá a su camita. Yo seguiré necesitándola en la noche, pero respetaré su voluntad. Es lo que siempre hago.

En cuanto a la independencia... Si conoces a mi pequeña, sabrás qué nivel de independencia tiene ya, con solo un añito (el genio lo heredó de mami, qué le vamos a hacer...)

Colecho porque ella quiere, porque yo quiero, porque papi quiere. No me juzgues, es nuestra decisión. Al menos, no me juzgues mientras veas esa sonrisa permanente que ilumina la carita de mi peque. Eso debería ser lo único importante, su felicidad.
Tan malo no será dar amor 24 horas... Digo yo.