martes, 30 de septiembre de 2014

¿Paramos el mundo?

Tengo ganas de que todo se normalice y pueda cumplir con mi propósito de todos los días: estar. 

Vivir cada día, no pasar por encima. 

Sentir que vivo, no que paso de largo.

Cantarte historias sin prisas. (No, no me equivoqué. Cantarte, con A.)

Dejar de quejarme y sonreír con ganas. 

Estoy cansada de llegar corriendo a todas partes, de no saborear instantes. 

Quiero besarte despacio, que se pare el mundo y quedemos sólo nosotras. Que nuestro abrazo sea más largo de lo habitual.

No tener siempre en mente ese "llego tarde", "no llego", "estoy agotada". 

Que no me hablen de conciliar quienes sólo piensan en su silla. 

Que no me den lecciones, que no me vengan con sus "más vale calidad que cantidad". 

Que no pretendan engañarme, en la vida sólo puedes centrarte en una cosa si tienes intención de poner la piel. Estar en todas partes sólo te lleva a NO SER en ninguna. 

Yo quiero parar el mundo, bajarme, perderme si hace falta, pero contigo. 

No quiero que llegue el fin y arrepentirme de no haber saboreado el camino.

Lenta, tranquilamente, de verdad.

A tu ritmo, no al que me marcan desde fuera. 

¿Paramos el mundo?