martes, 19 de marzo de 2013

Felicidades, papi

Pequeña, hoy vamos a felicitar a papi.

Es su día.

Vamos a darle las gracias por todo el amor, por toda la dedicación, por la pasión.

Tú ya sabes cuánto te quiere papi, cómo te cuida, cómo has pasado a ser el centro de su vida. No hace falta más que ver con qué ojos le miras, cuánto amor desprenden, cuánta devoción.

Pero yo puedo ayudarte a saber más. Papi es la persona más buena que conozco. Jamás piensa mal de nadie, siempre tiene la palabra adecuada, siempre sonríe, siempre ama.

Papi decidió un día, hace casi 6 años, dedicar su vida a hacerme feliz. Cumplió su promesa, la sigue cumpliendo día a día.

Papi ya te amaba antes de verte.

Papi saltó de alegría cuando supo que estabas en camino.

Tú no lo recuerdas, pero antes de venir, hiciste otro intento. Quisiste llegar cuando aún no era el momento. No te aferraste lo suficiente, a las siete semanas te fuiste. Mami sufrió mucho más de lo que sabe expresar. Sufrió el dolor físico, pero el psicológico dolió más aún. Papi sufrió con mami, cogió mi mano cuando el dolor parecía insoportable, lloró desconsolado al despedirte, me acompañó en la más absoluta oscuridad.

Después, cuando decidiste hacerte fuerte y venir a este mundo, esta vez sí, papi intentó que desapareciera el miedo a perderte de nuevo. Seguramente él también tuvo miedo... Pero su amor por mí, y también por ti, le hacía disimular, decirme continuamente que todo saldría bien...

Le vi temblar en alguna ecografía, antes de ver encendida la pantalla en la que aparecerías, temeroso de encontrar el vacío de la otra vez.
Pero tú siempre aparecías en esa pantallita, con el dedo en la boca, sin dejarte ver del todo... Pero llena de vida. Y él sonreía tranquilo ya, y apretaba mi mano, tal como habíamos pactado, cuando veía latir tu corazoncito.

Sufrió conmigo cuando tuvieron que ingresarme para que no sufrieras tú, cuando me tuve que "recluir" en casa para que no salieras antes de tiempo.

Me ayudó con tu habitación, con tu ropita, con la preparación de tu llegada. Casi nueve meses me estuvo transmitiendo tranquilidad... hasta el día en que decidiste hacerte ver. Ahí fui yo quien se colmó de tranquilidad... y él de nervios. ¡Por fin iba a verte la carita! Supongo que ese fue el momento en que, de verdad, fue plenamente consciente de que llegabas.
Y, aun nervioso, supo en todo momento cómo actuar. Volvió a coger mi mano cuando el dolor me rompía, literalmente. Secó mi sudor, y mis lágrimas, calmó mis temblores... Sentí que pasaba el mismo dolor que yo. Me acompañó, en el más amplio sentido de la palabra, como ha hecho siempre.

Tuvo mucho miedo, más del que ha tenido nunca, cuando vio que flojeaba tu corazón.

Miró, a pesar de lo que creía, con toda la atención posible, para no perderse detalle. Y, ¡ay, pequeña! cuando te vio salir... ¡Si hubieras visto su cara! Fue la viva expresión del más puro amor. Te cogió en sus brazos, parecías tan pequeñita, ¡pero tan grande a la vez!

Es imposible explicarte, mi niña, todo lo que ha sentido este tiempo papi por ti.
Y tampoco lo necesitas, porque lo sientes. Sabes que eres toda su vida.

Y yo no puedo estar más orgullosa de ese amor, porque no puedo sentirme más plena. Los dos, tú y él, dais sentido a mi vida, y hacéis que todo valga la pena.

Así que por todo eso, y por mucho más, que no puedo, o no quiero, o no sé explicar, vamos a felicitar a papi en su día.

Porque es mi mayor apoyo, mi otra mitad, casi mi mente y mi cuerpo.

Y porque es tu ejemplo, tu mayor admirador, tu amante incondicional, tu salvador, tu guía...

Felicitémosle, porque, aunque me tachen de poco objetiva, es el mejor padre que pudiste elegir (efectivamente, creo que fuiste tú quien nos elegiste a nosotros, no al revés).

Felicidades, papi.

Te queremos.

8 comentarios:

  1. Felicidades a ese papi!
    Super emocionante tu post nena... me encanta! ;-)

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias, bonita... La verdad es que si ya estaba locamente enamorada, el ser padres me ha hecho ver que aún es mejor persona de lo que creía. Ay, qué difícil sería muchas veces sin él...

    ResponderEliminar
  3. Orgullo de papi. No puedo decir más :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias! La verdad es que sí, estoy plenamente orgullosa de él (creo que se me nota un poquito... jiji)

      Eliminar
  4. Felicidades a ese padre y a esa familia que habeis montado.

    Salu2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Es el mayor logro de mi vida, una familia como la que hemos montado... ¡Y menudo logro! ;)

      Eliminar
  5. Yose qe algunos papas no son iguales pero almenos los amamos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto, no hay dos padres iguales. Haces bien en amarlo!

      Eliminar