Lo sé, mi niña. Últimamente vivo a un ritmo acelerado.
Acepté un reto profesional interesante (para otros conocido como "pedazo de marrón").
No es que pase más horas físicas en el trabajo (o no demasiadas más), pero mi mente está implicada 24/7.
¿Qué consecuencias tiene algo así?
Se me olvidan eventos importantes en la vida de personas a las que quiero.
Las noches ya no son sinónimo de descanso. Sueño con nuevas ideas, me desvelo preocupada por cómo solucionar las incidencias.
Eso se traduce en sueño. Mucho sueño y cansancio durante todo el día.
Y a lo que iba... Ese cansancio me pone mucho más difícil DISFRUTAR DE LOS MOMENTOS CONTIGO COMO MERECES.
Conclusión: no vale la pena. No compensa esa implicación extrema.
Lo primero siempre serás tú.
Mi objetivo no es enseñarte a vivir a un ritmo acelerado que no te deje disfrutar de las pequeñas cosas.
Mi objetivo no es que estudies una carrera "exitosa".
Cada uno elige qué es "éxito", pequeña. Para mí, el éxito es ese entusiasmo que pones en cada uno de tus actos. Y mi objetivo es que nunca lo pierdas. Que no te dejes arrastrar por esta vorágine.
Aunque yo, a veces, aún permita verme arrastrada, si bien nunca conscientemente. Y, desde luego, en cuanto me doy cuenta, decido PONER EL FRENO.
Gracias una vez más, pequeña, por enseñarme el mejor camino.
Eres tú quien me guía.
Aún hay quién piensa que es al contrario...
O pones freno o la vida se encarga de ponértelo. Es así de simple.... y la vudaves corta, muy muy corta.
ResponderEliminarLo sé, cielo. Y tú lo sabes mejor que nadie... Sólo tengo que aprender a organizarme, pedir ayuda cuando lo necesite y saber decir basta cuando haga falta. Estoy en ello... Pero acabar con hábitos de años no es fácil.
EliminarCarol no sabes lo que aprendo con tus reflexiones! Te lo he dicho otras veces, tienes una sensibilidad especial para darte cuenta de cosas que a otros se nos escapan...
ResponderEliminarMe ha encantado leerte y sobre todo me ha encantado la frase "Cada uno elige qué es éxito".
Seguro que consigues organizarte y disfrutar también de ese "marrón" ;)
Un abrazo!!
Gracias, mi niña... Te aseguro que eso que tú llamas "sensibilidad especial" a mí a menudo me vuelve loca... No puedo dejar de dar vueltas a todo, pero, sobre todo, a esas cosas que me impiden darle a mi niña todo aquello que merece. Soy la responsable de esa vida chiquitita que cada día va aprendiendo, avanzando... Si no me paro yo a reflexionar, lo más probable es que acabemos las dos perdidas. Yo, anciana y arrepentida por todo aquello que pude hacer por ella y no fui capaz. Ella, una adulta de psicólogo en psicólogo, preguntándose por qué su mami no hizo más por ella. Evidentemente, me niego. Asumiré los errores que vengan, aquellos que no pueda evitar. Pero NUNCA esos errores que tienen su raíz en la falta de reflexión.
EliminarGracias por pasarte, guapísima!
Ay Carol, es tan difícil no verse arrastrada por esta vida cargada de responsabilidades de pacotilla que producen pocas satisfacciones. Me alegra (y produce envidia) que sepas parar, pensar y tomar la decisión acertada. De sobra sabes que creo que nuestros hijos merecen toda nuestra atención y todo nuestro tiempo, ¿para qué los hemos traído a este mundo si no es así?
ResponderEliminarUn beso fuerte lindas.
Ay, cielo, hoy releo mi post y descubro tu comentario. Y te digo, aunque ya lo sabes, que una cosa es que lo decida y otra, desgraciadamente diferente, que lo lleve a cabo. Al menos, eso sí, soy consciente de ello y lucho por cambiarlo.
EliminarCuando encuentre el truco te aviso ;)
¡Pues enhorabuena! Me parece acertadísimo. A disfrutar de tu enana, que es un encanto de niña. Eso es lo que luego te quedará en la vida, ¡¡y es que es lo más grande!!
ResponderEliminarEso es totalmente cierto, Almu. No hay nada que me haga disfrutar más en la vida que esos momentos con ella, aunque a veces sean pocos y cortos. Seguiré luchando, eso sí, para que cada vez sea menos el agobio y más la felicidad. Ya te iré informando ;)
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