sábado, 18 de octubre de 2014

Me gusta mi vida

Me gusta mi vida. 

Sí, podría hacer muchas cosas mucho mejor, pero me gusta mi vida. 

No me queda ningún te quiero en el tintero, ningún abrazo, ningún beso. 

He aprendido que nada es eterno, que todo pasa. Y todo llega. 

Podría organizar mejor mi tiempo, perderlo menos.
Pero, en general, me gusta mi vida.

Me rebozo en el suelo cuando lo pides, canto a voz en grito, bailo hasta caer exhausta, salto en los charcos. 
De acuerdo, solo contigo... Pero es que tú eres mi vida. No hay nada más allá de ti, no lo quiero tampoco, no lo necesito. Me completas.

Desoigo consejos que no pido, lucho por no estancarme en la queja, me miro desde tus ojos, no sea que desde los míos se distorsione el concepto. 

A veces confío demasiado en el mundo, porque me es más sencillo, e infinitamente más práctico. ¿Me decepciono? Algunas veces, sí. Pero forma parte del juego. 

Desterré el odio de mi vida hace mucho. Quise sustituirlo por la empatía, por entender el porqué de todo. A veces lo consigo, otras se queda en pena.

Pude hacerlo mejor en muchas ocasiones, pero trato de no alimentar la culpa. Todo error es aprendizaje. Lucho, eso sí, por hacer que esta bonita teoría sea real. 

Quizá digo pocos "no". Quizá se me olvida que no puedo abarcar todo, que soy humana, que no siempre puedo, y eso no me hace menos válida. 

Quiero ser tu ejemplo, por eso me obligo a pensar muchas veces antes de hablar, por eso mido mis reacciones,  por eso he cambiado hábitos, formas y verdades antes absolutas. 

Me gusta sonreír a la vida, aunque a veces se empeñe en ponerlo difícil, aunque a veces falten los motivos. Es mucho más bonito, mucho más útil, mucho más sencillo. ¡Y qué placer contagiar sonrisas!

Creo que lo más importante, mi pequeña, es dormir cada noche tranquila. Tener calmada la conciencia. Cerrar los ojos y saber que te gusta tu vida. Que podría ser mejor, pero es la que tienes, y te gusta. 
Dar gracias también, porque sabes que podría ser mucho peor. 

¿Sabes? A pesar de que hay días en que parece lo contrario, me siento afortunada. 

Me gusta mi vida. 




1 comentario:

  1. Qué afortunada eres de tenerlo tan claro! Porque eso es lo fundamental, ser consecuente con los pensamientos que se tienen y las decisiones tomadas. Ella es la prioridad y tú lo sabes, pero es que, además, quieres que así sea. Qué bonita familia hacéis los 3. Enhorabuena. Un besote

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